Durante el caluroso verano, y después de una comida copiosa, me tuve en la cama para realizar el rito ancestral de la siesta y digerir con mayor placer la comida.
Yo estaba en una pequeña casa que tenían mis abuelos en la montaña rodeado de naturaleza, el canto de los grillos proponía cerrar los ojos y...
En ciertos bosques verdes de riachuelos rápidos y saltarines, habitan criaturas dentro de una ciudad enorme en pequeños espacios reducidos, son llamadas insecto polis por sus propios habitantes.
Caminando por sus calles semisubterraneas con paredes y forradas de verde musgo regado cada día con agua cristalina. No hay contaminación, solo una fina cortina de niebla.
Ando tranquilamente por sus parajes escuchando mi MP3 con una canción de Damien Rice, y no tengo prisa de llegar a ningún lado.
Los insectos de mueven a mí alrededor con comportamientos casi humanos, pero teniendo cuidado de su entorno: los escarabajos transportan a insectos más pequeños que ellos de forma de q un autobús se tratara, las hormigas construyen túneles y puentes para el paso de los demás habitantes de insecto polis, las abejas alimentan están gran cuidad. Dentro de una gran armonía, convivencia y desenvolupamiento.
Después de ver todo aquello sin asombrarme más que de las propias notas de mi música, me dirijo a un túnel que juraría que es un metro.
Mis pies me llevan solos, como si fuera un camino mil veces recorrido, al llegar a lo q parecía la andana del metro veo llegar un ciempiés con los ojos brillantes como linternas. Me metí en los agujeros que tenia en el costado, como si entrara en sus pulmones, y yo de oxigeno me tratara,
su interior un poco viscoso, tenia toda la forma del interior de una vagón de este transporte de las grandes urbes, con sus barras y sus asientos.
Una langosta a mi lado, con sombrero y gabardina de 4 mangas me saludo cordialmente sin dejar ir el periódico, con una expresión casi humana.
El ciempiés se dirigía a la próxima parada...
Me desperté como nuevo, con la almohada empapada de babas, y como si después de la tranquilada me hubiera levantado.
26.4.08
Extremadamente grandes para mi
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